Símbolos velados de la catedral de El Burgo de Osma (III)

Author: Pablo Molina /

15 de Febrero de 2010


Hubo un tiempo en el que la ejecución de graffitis en las paredes no suscitaba el enojo de la población sino, más bien, su elogio y orgullo. Y es que, entre los siglos XVII y XVIII, se generalizó -entre los nuevos doctores titulados- la conducta  de desarrollar en las paredes de algunos edificios públicos (y templos religiosos) los conocidos como vítores: monogramas y representaciones iconográficas que hacían las funciones de "aliento moral" para dar crédito público de quién sobresalía en su ejercicio docente tras alcanzar, generalmente, el grado universitario de doctor; así, este símbolo se disponía precediendo  (o precedido) al nombre del doctorado abreviando la expresión ¡Viva ...y el nombre del hacedor.

Y os podréis preguntar...¿a qué viene esta nueva entrada?; pues bien, se debe a que, haciendo honor al título de esta serie de post dedicados a la Catedral de El Burgo de Osma, en este emplazamiento podemos encontrar numerosos vítores ocultos, reminiscencia del pasado universitario de la ciudad (donde ejerció sus funciones, valga la redundancia, la Universidad de Santa Catalina -s. XVI- que, de un modo intermitente, llegó a acoger las facultades de Teología, Filosofía, Derecho y Medicina hasta 1841, momento en el que acaeció su cierre definitivo).

Estos símbolos, confeccionados con elementos de orígen animal y vegetal (generalmente sangre bovina y aceite/barniz, aunque también eran grabados sobre diversos sillares de los edificios) solían combinar las letras V, I, T, O y R dispuestas al gusto del pintor, aunque pronto adquirió una morfología determinada. No obstante, con el paso de los años se añadió a estos caracteres lo que en heráldica se denomina un "creciente" muy estilizado (y semejante a una C) que, parece ser, aludía al Papa Luna (Benedicto XIII) quien, durante el segundo Gran Cisma de Occidente (ss. XIV-XV), intentó ganarse el apoyo de la Universidad de Salamanca (el buque insignia de la España intelectual del momento) concediéndola numerosos privilegios; en agradecmiento, la Universidad incluyó el creciente invertido en sus escudos, una acción que, siglos después, fue tomada por sus estudiantes, quienes también comenzaron a incluir el símbolo en aquellos primeros vítores, hecho que suscitó no sólo la generalización del uso del nuevo elemento por gran parte del panorama universitario peninsular, sino también la confusión posterior con la expresión "Víctor". No obstante, el uso de este creciente no fue adquirido por la totalidad del ámbito doctoral, pues en numerosos emplazamientos -como es el caso de la Catedral de El Burgo de Osma- el vítor refleja su forma original. Sin embargo, este anagrama solía ir acompañado de otros símbolos, como la corona (que simbolizaba la victoria del estudiante) o la pluma y la espada (que, como no podía ser de otro modo, evocaba la victoria de la sabiduría sobre la violencia y la fuerza bruta).

Algunos investigadores mantienen que el uso de los "vítores" se remonta al mundo clásico, donde los legionarios romanos los plasmaban en sus  escudos como espíritu de victoria (aunque no he podido localizar  prueba alguna al respecto, lo cual puede deberse a mi falta de tiempo, claro). Posteriormente, y tras su uso durante los siglos XVII y XVIII, la "Ley Moyano" (1857) determinó que la única universidad española que expidiese títulos de doctor fuera la Central (Madrid), por lo que el "vítor" cayó en desuso; así permaneció durante más de 80 años hasta que (seguro que muchos de vosotros os habréis percatado) fue asimilado por el franquismo, que lo situó presidiendo la tribuna del Desfile de la Victoria de 1939, así como en numerosos construcciones de la época. Finalmente, en 1954 se eliminó la restricción establecida por la Ley Moyano, por lo que volvieron a utilizarse los vítores, aunque de tamaño más reducido y en lugares muy concretos (de hecho, en la Universidad de Salamanca sigue practicándose esta tradición, aunque sólo pueden ejercerla aquellos que hayan leído la tesis y que, por supuesto, paguen un precio que suele establecerse entre los 300 y 400€).

A pesar de la riqueza cultural y visual que estos símbolos centenarios representan,  y que nos trasladan al momento de máximo esplendor intelectual de El Burgo de Osma, nunca han suscitado el menor interés por parte de las autoridades competentes, por lo que su legado (a no ser que se actúe convenientemente) está abocado a la desaparición total.

Clickando en las fotografías podréis comprobar cúal es la disposición, forma y conservación de los vítores.

Algunos links de interés: Vítores de la catedral de Sevilla (por cortesía de EL PAÍS.com).

Puede que este sea el último post dedicado a los secretos que esconden las paredes de la Catedral de El Burgo de Osma...aunque todo depende de las fuentes existentes que albergue mi facultad respecto a un tema que tengo en mente y que, sinceramente, espero que os agrade. ¡¡¡A ver si tengo suerte!!!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesantes vítores!!!

Un saludo desde Diario de un burgense - blog de El Burgo de Osma.

Oderleis dijo...

Bueno, creo que si pagas esa bonita cantidad de 300 a 400 aurelios, podrías ser la envidia de muchos graffiteros, Pableras.
Me encantan estas últimas entradas burgalesas, de verdad.
Espero que no pierdas fuelle y nos sigas entreteniendo e ilustrando en medio de tanta oscuridad.
¡¡Un abrazo desde el aburrido mundo de los colores!!

Pablo Molina dijo...

Muchas gracias a ambos!!!

De verdad, estimo enormemente que quien lee mi blog pierda algo de su tiempo en escribirme lo que opina de él.

Jesús Martín Gallego dijo...

Afortunadamente tardo bastante menos en escribir que en leer lo que pones, lo que significa que hay contenido, Pablo.
Eres un crack
Un abrazo

Angel Almazán dijo...

Como cuento en mi libro "El Burgo de Osma y su catedral. Guía para el viajero curioso e inquieto", los exámenes finales de la Universidad de Santa Catalina se llevaban a cabo en la zona del trascoro, junto al retablo de San Miguel. Por eso los vítores de los aprobados se colocaban en la fachada de la catedral....

Anónimo dijo...

Estupenda información referente a los vítores !!!!! Genial
Mery

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