¿Patrimonio Nacional o Patrimonio Clerical?

Author: Pablo Molina /

 7 de Octubre de 2008

Parece increíble, pero hace poco más de dos años se conocía una noticia que, aunque inadvertida, puso en evidencia el patético sistema de protección patrimonial que nuestros gobiernos han ido cultivando profusamente las últimas décadas. Este hecho habría quedado como un "simple error" del Cabildo Catedralicio de Córdoba (que, ante el notable estado de crispación, subsanó la situación recurriendo a su enorme poderío económico) de no ser porque, a día de hoy, el escándalo vuelve a surgir.
Y os preguntareis, ¿qué es lo que ha ocurrido?, pues ni más ni menos que la omnipotente institución eclesiástica vuelve a convertir en privado un patrimonio que, por derecho, pertenece a todos.
Todo comenzaba el pasado Marzo del 2006, cuando saltó a los medios la noticia de que la casa Christie's (una de las más famosas y poderosas casas de subastas del mundo, popular por su tendencia a comerciar con bienes arqueológicos de dudosa procedencia) iba a subastar cinco vigas califales del siglo X, procedentes de la mezquita de Córdoba.¿Cómo pudieron acabar en el mercado estos objetos?; ya entonces esta pregunta no tuvo respuesta aunque, por suerte, la subasta fue suspendida como consecuencia de la polémica que surgió en torno a la legalidad de la venta (aunque las vigas siguieron en poder de la casa subastadora).
Y es precisamente aquí donde nos topamos con otra de las sorpresas (aunque, por desgracia, no la última), pues la misma duda nacida en Marzo de 2006, volvió a resurgir el pasado 14 de Septiembre, cuando la Iglesia católica (propietaria de la Mezquita de Córdoba desde el siglo XIII) consiguió recuperar –previo pago de 150.000 euros- otras seis maderas distintas de las que Christie's aun conservaba. De éste modo, nos volvemos a preguntar ¿cómo salieron de la mezquita estas otras?; pero, de nuevo, tampoco ha habido una respuesta clara por parte del Cabildo catedralicio, la institución responsable del templo.
No obstante, puede que la respuesta se encuentre en una denuncia que un carpintero cordobés formuló ante la policía el 13 de Marzo de 2006, pues confesó que él había tenido en su taller seis vigas califales que le había entregado "un alto cargo de la diócesis" y que las había terminado por vender por 52.000 euros. Pero esta confesión no surgió como consecuencia de una reacción altruista, sino como un acto ambicioso y vengativo al creer que esos “maderos” que había vendido por unos pocos miles de euros, iban a ser subastados por cantidades enormes ese mismo mes de 2006 (no sabía que las vigas que él había cedido no eran las mismas, sino las que finalmente serían recuperadas por la Iglesia en Septiembre de este año).
Así contó cómo, a finales de los ochenta y principios de los noventa, estuvo trabajando en la restauración de una parte de la techumbre de la mezquita, construyendo "armaduras nuevas para las cubiertas del techo", y sustituyendo las vigas originales, que fueron depositadas "en las mismas cubiertas" y en "dependencias de la propia mezquita y del Obispado". Del mismo modo, afirmó que en el año 1991 ó 1992, "un alto cargo de la diócesis" le encargó "una serie de obras en el domicilio de un familiar" en Sevilla; de hecho, confesó que le había indicado a ese individuo"que podría quedar muy bien una de las vigas desechadas en las cubiertas de la mezquita" para la casa del familiar. De este modo, a los pocos días, "recibió en su domicilio unas siete vigas" para que "adaptara la que más conviniese". Tras colocar una, "las restantes quedaron en las dependencias de su taller a la espera de que fueran retiradas"…pero nadie volvió a recogerlas.
Según la versión que dio el carpintero, colmado de honradez, "mantuvo múltiples contactos con personal y cargos del Obispado de Córdoba en los que nunca se le llegó a reclamar la entrega o retirada de las vigas restantes".
Así, y como nadie los reclamaba, decidió por cuenta propia instalar uno de los maderos en el salón de su propia casa en 1997, mientras el resto siguió en su taller hasta que, a finales de 2002 o principios de 2003, el coleccionista Francisco Cabello se puso en contacto con el ebanista, al cual ofreció los mencionados 52.000 euros. Para justificarse, el carpintero le contó a la policía que en aquella época atravesaba un momento económico delicado y que por eso "al final optó por vendérselas".
De la conjunción de los datos obtenidos tanto de esta denuncia como de aquellos aportados por el Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía, se abrió un proceso judicial. Así, las autoridades llegaron a creer que las vigas que se iban a subastar en Londres eran las de Cabello, al cual se le había negado con anterioridad un permiso para sacarlas de nuestro país. Cultura creía que este coleccionista podría haber incurrido en algún delito de exportación ilegal pero, finalmente, se demostró que no era así, y que las vigas que poseía la casa Christie's no mantenían relación alguna con las vendidas por el ebanista, aunque todas ellas presentaban un nexo común: su origen.
Finalmente, el Cabildo Catedralicio (como he indicado anteriormente) se hizo con las piezas de Cabello el Septiembre pasado gracias a que la constructora Sierra Albaida S.L. pagó 150.000 euros en concepto de gastos de adquisición, conservación y mantenimiento, aunque siempre según la versión dada este por la Iglesia.
Parecía que esto no podía dar más de sí cuando, oh! sorpresa, hoy nos encontramos con que la casa Christie's ha adjudicado por más de 1,5 millones de euros las cinco vigas de la Mezquita de Córdoba cuya subasta suspendió en 2006 por una polémica sobre la legalidad de la venta. Y no sólo eso, sino que junto con estas y otras importantes piezas de arte islámico, también ha sacado a subasta dos capiteles, la basa de una columna de Medina Azahara y una copia del Corán, datado en la Córdoba del siglo XI.
Ante la llegada inevitable de este hecho, el cínico prelado y vicario general de la Catedral de Córdoba, Fernando Cruz Conde, anunció que "había hecho cuanto estaba a su alcance (…) para evitar la subasta” y que, finalmente "había retirado su reclamación" porque era "altamente improbable" que los tribunales británicos admitiesen el Real Decreto de 1926 cuyo vigor atribuía al Cabildo la titularidad de estas vigas, que también formaron parte del templo islámico.
Como defensa, recordó que el Cabildo "en ningún momento" había vendido las vigas desmontadas de la techumbre de la Catedral. No obstante, reconoció que a lo largo de los años estos tableros califales han permanecido "guardados en distintos almacenes" y, claro, como habían sido "trasladados" de un lugar a otro "sin inventario exhaustivo y fotográfico", podrían haberse extraviado.
Pero lo que realmente parece haber frenado el camino de Cruz Conde, es el hecho de que Beckford Advisors Limited (propietario de estos bienes históricos) ha prometido colaborar económicamente con Cáritas Diocesana para resarcir los "derechos históricos" de la institución (y, por supuesto, los beneficios obtenidos de este modo serían más cuantiosos que conservar tres pares de maderos en algún almacén).
Tras esta exposición, queda claro cómo la Iglesia, después de tantos siglos de supuesta evolución positiva, sigue valiéndose de su omnipotencia para manejar el patrimonio de la humanidad en beneficio propio, engrosando unas arcas ya de por sí colmadas, y actuando con total impunidad ante una legislación que no puede –o no quiere- actuar en perjuicio de una entidad que, a lo largo de la historia, ha extendido sus raíces de tal modo que ha llegado a creerse que realmente ES quien pretende representar: DIOS.



Comenzando una nueva andadura

Author: Pablo Molina /

6 de Octubre de 2008

Bueno, queda claro que ésta es la primera de muchas entradas (o eso intentaré) en éste neonato blog, coincidiendo con una nueva etapa en mi vida en la que, por fin, dejaré atrás mi rol de estudiante para zambullirme en el mundo de la investigación. Yujuuuuuuuu

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